Policía y Ladrón


El juego de Policía y Ladrón es un juego de cartas para al menos 4 jugadores (aunque es recomendado que sean por lo menos 5). El juego consiste en que uno de los jugadores es un Policía y el otro un Ladrón, y el objetivo del Policía es descubrir quién es el Ladrón, mientras que el objetivo del Ladrón es matar al resto de jugadores antes de que el Policía le pille.

Necesitaremos primero preparar las cartas con los roles de los jugadores. Estas cartas se repartirán al azar entre los jugadores, y los jugadores no conocerán los roles de los demás jugadores.

El Rey representa al Policía. Su misión es atrapar al Ladrón antes de que mate a los demás jugadores.
El As representa al Ladrón. Su misión es matar al resto de jugadores evitando al policía.
La Sota representa a la Dama. Su misión es revivir a los jugadores muertos, por lo que el Ladrón tendrá que matarlos otra vez. A diferencia del Policía, el Ladrón sí que puede matarla para que deje de molestarle.

El resto de cartas son las cartas de los Civiles. Lo único que hacen es quedarse a la espera de que el Ladrón les mate y la Dama les resucite.


Una vez que las cartas estén repartidas, es hora de empezar a jugar. Los jugadores deberán dejar sus cartas de rol enfrente de ellos boca abajo.

Para que el Ladrón mate a una víctima deberá guiñarle el ojo. Los jugadores muertos deben poner sus cartas boca arriba, revelando sus roles.

Para que la Dama reanime a un Civil muerto, deberá lanzarle un beso. El jugador resucitado volverá a ocultar su carta.

Para que el Policía atrape el ladrón, deberá enseñarle al acusado su carta. Si el acusado es el Ladrón, habrá ganado el Policía la partida. Si se ha equivocado, el Ladrón ganará.

Hay que recordar que el Ladrón no puede matar al Policía, por lo que si el Ladrón intenta matar por error al Policía terminará atrapado.

Puede haber variaciones en el juego. Por ejemplo, está el Martini, quien su único rol es resucitar a la Dama si la llegasen a matar, para lo cual deberá poner un dedo sobre sus labios y que es representado por un caballo.

También está la opción de que el Ladrón convierta a un civil en un Cómplice, para lo cual deberá sacarle la lengua. El Cómplice puede matar al resto de jugadores y si el Policía detiene al Cómplice, ganará el Ladrón. El Ladrón seguirá teniendo que matar al Cómplice, y de ser resucitado por la dama volverá a ser un simple civil. Esto serviría para que si el Policía ve que un jugador ha intentado matarlo tenga antes que pensar si se trata del Ladrón o de un Cómplice.

Este juego, al igual que El Burro no va por turnos, por lo que hay que ser activo. Concretamente, este juego exige tener capacidades de mímica y prestar atención, pues necesitas tanto actuar conforme lo que exige tu rol como descubrir a que rol pertenecen los demás jugadores.

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